Reflexiones

Cuando era un niño entre tres y cuatro años de edad
recuerdo que mi padre muy de mañana saliamos en alguna parte,
y el me cargaba en sus hombros,y me acobijaba bien hasta la
cabeza para no tener frio, porque era temporada de invierno
yo me sentia tan bien protegido en sus brazos, el me transmitia
el amor y el calor de su cuerpo, yo me sentia bien protegido a su lado,
cuando se me atravezaba un perro o animal desconocido, pronto
me acercaba a mi Padre y me sentia seguro, porque el amor del Padre
es bueno.
Que precioso es estar bajo la proteccion de tu Padre, cuando tenia

hambre, solo le decia, tengo hambre, y quiero de comer, pronto el le
decia a mi madre, dale de comer al niño, si le hacia algo de gracia, ellos
reian, si no obedecia a algo, el me correjia, pero si hacia algo bueno,
tambien me lo premiaban,mi Padre si que me amaba.

La Biblia dice:
Salmo 127
3 He aquí, herencia de Jehová son los hijos;
Cosa de estima el fruto del vientre.
4 Como saetas en mano del valiente,
Así son los hijos habidos en la juventud.
5 Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos;
No será avergonzado
Cuando hablare con los enemigos en la puerta.

Recomendaciones de Dios para ambos:
Colosenses 3
20 Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al

Señor.
21 Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.

Hoy me siento igual como cuando niño, con los brazos de mi Padre
Celestial, enviando al Espiritu Santo, para arrullarme y sostenerme
cuando me siento solo triste ó acongojado, porque la palabra dice en
el salmo 27: 10 Aunque mi padre y mi madre me dejaren,con todo jehova
me recogera.

Hoy tambien le digo, Padre, me falta esto,tengo hambre, no tengo trabajo,
y el me contesta en la forma mas tierno y amoroso, porque me sigo

refugiando pero ahora en mi Padre Celestial.

Autor: Santiago Jiménez